La fibra óptica es un medio de transmisión de datos que está formado por hilos de vidrio muy finos, a través de los cuales se envían los datos. La transmisión de los datos se realiza por medio de pulsos de luz en vez de pulsos eléctricos, lo que permite que el Internet llegue a altas velocidades y que la señal sea muy buena.
Los cables de fibra óptica se encuentran cubiertos por distintas capas que los protegen de los riesgos propios del medio ambiente y los hacen bien resistentes. Actualmente, más del 95% de las conexiones de Internet en todo el mundo, llegan a través de cables submarinos de fibra óptica, haciendo posible las conexión entre los distintos continentes.